El teatro es una arma empoderadora, así lo cree la trabajadora social Carmen Tamayo, que además es titulada en Arte Dramático por la Escuela de Cristina Rota. Ella es la directora del grupo de teatro formado por mujeres sin hogar y víctimas de violencia machista Mujereando, además de directora de El quejío de una diosa, el documental que las retrata. Hace siete años Carmen Tamayo trabajaba en una entidad que lucha contra el sinhogarismo y atiende a personas excluidas y vulnerables: "El primer día que empecé a trabajar en Fundación Rais tuve que intervenir a una mujer.