Tras una visita exprés al juzgado en Manhattan, donde ha recibido la primera imputación de un expresidente en la historia de EEUU, Donald Trump ha volado de regreso a Mar-a-Lago, su residencia privada en Palm Beach (Florida), para dar otro incendiario discurso, emitido en prime time por las principales televisiones del país. "El único delito que he cometido es defender sin miedo a nuestra nación de quienes pretenden destruirla", ha dicho sobre la acusación de 34 cargos de falsificación documental que recaen sobre él, en relación con un entramado de sobornos para silenciar dos escándalos sexuales durante la campaña electoral de 2016.