Una Francia sumida en una crisis social y política ha vivido este jueves la novena jornada de movilizaciones en poco más de dos meses contra la reforma de las pensiones, la primera tras su polémica adopción sin voto parlamentario defendida por el presidente Emmanuel Macron, quien dijo este miércoles estar dispuesto a asumir la impopularidad de la medida.
El Ministerio del Interior ha contabilizado 1,08 millones de manifestantes en todo el país, una cifra menor a otras jornadas previas en enero y este mes. Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT) ha estimado el número de personas en las manifestaciones en 3,5 millones, igualando la cifra récord del 7 de marzo.
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