“Me acuerdo la primera vez que entré en un negocio y vi la foto de un chico rubio hermosísimo en una revista. La compré y me enteré de que era Kurt Cobain, y desde entonces me hice fan de Nirvana”, cuenta Lu Nan, una editora pequinesa que creció en los años en que su país se abría al mundo económica y culturalmente bajo el mando de Deng Xiaoping. Lu Nan también recuerda con emoción el día que fue a comer por primera vez a un restaurante extranjero.