El Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) ha declarado este jueves el fin del brote de ébola que ha asolado el noreste del país desde agosto de 2018 y ha dejado 3.463 contagios y se ha cobrado 2.280 vidas. El anuncio no supone el fin del virus en el país, ya que en estos momentos hay otra epidemia activa al noroeste, pero pone punto final a uno de los brotes más largos y complejos de la historia.
"La victoria sobre esta larga epidemia también se debe al resultado de la cooperación internacional a través de nuestros socios", ha afirmado el ministro congoleño de Salud, Eteni Longondo, en una rueda de prensa en Kinshasa.