Rusia aún no ha intervenido oficialmente en Libia, pero con su apoyo abierto y encubierto -aviones y mercenarios, según EEUU y fuentes independientes- al mariscal Jalifa Hafter, intenta recuperar la influencia que perdió en el norte de África con el derrocamiento de Muamar al Gadafi en 2011.
El presidente ruso, Vladímir Putin, "utiliza en Libia la misma tecnología que en Siria, aunque por ahora está perdiendo ante (el presidente turco, Recep Tayyip) Erdogan", explicó a Efe Yulia Latínina, conocida comentarista política del periódico "Nóvaya Gazeta" exiliada en el extranjero.
"El objetivo final es tener una herramienta de presión sobre Europa", sostuvo.