Promotores y cadenas de supermercados como Lidl y Aldi están aprovechado las fuertes subidas en el sector inmobiliario alemán para levantar modernos bloques de apartamentos con tienda en el bajo en las parcelas urbanas donde hasta ahora había establecimientos de una altura.
La tendencia trata de satisfacer a inquilinos en busca de arriendos razonables, inversores que quieren beneficiarse del exuberante mercado inmobiliario y autoridades locales, preocupadas porque la vivienda se ha convertido en una de las mayores preocupaciones sociales.
En el número 45 de la calle Pappelallee, en el demandado barrio berlinés de Prenzlauer Berg, quedaba uno de esos supermercados de una altura de la cadena Rewe, rodeado de un aparcamiento.
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