Las empresas españolas presionan a los eurodiputados para que las políticas que se aprueban en la UE beneficien sus intereses. Al analizar las veinte compañías de nuestro país que más dinero se han gastado en ejercer su lobby el desembolso supera los 22 millones de euros anuales. Desde que se iniciaron en el registro, han mantenido 316 reuniones con los diputados y diferentes funcionarios de los que dependen las leyes europeas y cuentan con 20 acreditaciones para acceder a los locales de la Unión Europea y participar en los intergrupos de la Eurocámara.