Desde fuera, Sanna Marin podría parecer una de las líderes socialdemócratas europeas más perfectas. La primera ministra finlandesa es el resumen de la figura política moderna que admira la izquierda. Su mandato empezó en 2019 encabezando una coalición de gobierno con cinco partidos de centroizquierda liderados todos ellos por mujeres. Tras asumir con 34 años la responsabilidad de convertirse en una de las jefas de gobierno más jóvenes en el mundo, su ejecutivo manejó con éxito la pandemia de COVID. Ahora su país afronta uno de los vuelcos más importantes en su historia con el proceso de solicitud de ingreso a la OTAN.