En marzo de 2020, Carlos salió de su oficina con el ordenador bajo el brazo y los papeles en los que estaba trabajando. Los casos de coronavirus se disparaban en España en la que se titularía después como "la primera ola" del virus. Porque le siguieron hasta cinco más, de momento. "Entonces pensábamos que el teletrabajo iba a ser un periodo mucho más corto", recuerda el trabajador, investigador en un organismo público, que al final ha estado año y medio trabajando desde su casa.