“Vean esta imagen”, exclama el nuevo administrador de la NASA, Bill Nelson.
En la sesión virtual del Congreso de Estados Unidos, se instala un silencio. El exastronauta insiste: “Véanla con atención: este es el robot chino que acaba de aterrizar en Marte y anoche mandó esta foto. China es un competidor muy agresivo. Tiene planeado mandar tres grandes misiones al polo sur de la Luna. Allí es donde está el agua. ¿Qué vamos a hacer al respecto?”.
Como ocurrió el 4 de octubre de 1957 cuando el “bip-bip” radial del primer satélite artificial –el Sputnik– lanzado por la Unión Soviética paralizó al mundo (“ningún evento desde Pearl Harbor provocó tantas repercusiones en la vida pública”, escribió el historiador Walter A.
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