Se decía que había "aroma de estreno" pero en la lectura dramatizada de Muero porque no muero en realidad olía a otra cosa: un poco a desquite, otro poco a revancha, una pizca a desafío y un pelín a triunfo. Era la primera vez que se escuchaba en alto la obra de Paco Bezerra cancelada de la programación de los Teatros del Canal; y no una sinopsis, sino la obra entera. Un libreto que, por otro lado, puede comprarse y leerse si uno lo que quiere es saber de lo que habla y no hablar de oídas.