Alejandro González Iñárritu salió de México hace 21 años. El país que lo vio nacer como persona y director quedaba atrás y huía a Estados Unidos. Se convertía en uno de los autores más reconocidos en Hollywood y lograba algo histórico: ganar dos Oscar consecutivos a la Mejor dirección, por Birdman y El renacido. Como él, su cine se fue alejando poco a poco de su país. La epopeya de Leonardo DiCaprio nada tenía que ver con aquel cine sucio y rabioso que le hizo famoso con Amores perros.
Leer más: Alejandro González Iñárritu: "Está bien que el cine sea incómodo e incluso aburrido"