En ocasiones, el cine es capaz de ofrecer lecturas tanto o más reveladoras que sesudos análisis de teoría política. Puede significarse como termómetro para medir la temperatura del descontento. También como advertencia, al retratar acontecimientos que por su peso dramático sirven como catarsis colectiva.
"¿Dejará de repetirse la historia?", rezaba el último cortometraje de Spike Lee, titulado 3 Brothers-Radio Raheem, Eric Garner And George Floyd. El suyo es un cine de advertencia, urgente y de denuncia directa. No es ni la primera ni la última vez que Lee alza la voz: en Haz lo que debas, por muchos considerada su obra maestra, el realizador de Atlanta plasmaba cómo un hombre negro moría estrangulado a manos de la policía, prendiendo una chispa que hacía arder las calles.
Leer más: Nueve películas para comprender el racismo y las protestas en Estados Unidos