El presidente ruso, Vladímir Putin, se ha reunido con el secretario general de la ONU, António Guterres, y ha admitido que la situación en la ciudad ucraniana de Mariúpol, asediada durante semanas por el Ejército ruso, es "trágica".
Tras dos horas de reunión, Putin ha accedido "en principio" a que la ONU y la Cruz Roja se involucren en la evacuación de civiles de la planta Azovstal, último reducto de la resistencia ucraniana en la ciudad portuaria, según un comunicado del portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric.