El sector del automóvil en Norteamérica está acelerando los preparativos para el reinicio de sus factorías en la región aprovechando la impaciencia del presidente estadounidense, Donald Trump, por reabrir la economía de su país paralizada a causa de la pandemia del COVID-19.
El jueves, Trump anunció la hoja de ruta para reiniciar la economía estadounidense tras haber "pasado el pico de nuevos casos", según declaró, a pesar de las dudas de muchos especialistas sobre el supuesto aplanamiento de la curva y que algunos de sus asesores han señalado que una reapertura prematura puede ser contraproducente en el medio plazo.
Pero con más de 20 millones de estadounidenses solicitando el seguro de desempleo en las últimas semanas, Trump tiene prisa por reiniciar la actividad en un año electoral en el que, hasta antes del brote del coronavirus SARS-CoV-2, su principal baza para ganar la reelección era la economía.
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