La obra se estrenó el año 2012, en la hoy cerrada sala Kubik Fabrik, del barrio obrero de Usera de Madrid. Una obra llena de rabia, donde se veía a dos cuarentones, españolitos, uno instalador de sanitarios (Javier Gutiérrez) y otro, empleado de seguridad de unos grandes almacenes (Luis Bermejo), zozobrar. Dos personajes llenos de taras afectivas, sociales, éticas y políticas, y perdidos en una sociedad capitalista y de consumo donde los conceptos que habían sustentado este país (familia, trabajo y orgullo de clase media) se tambaleaban.