Sam Esmail es un tipo listo. Eso nadie se lo puede negar. Ha conseguido un nombre a través de trucos de magia simplones que ha vendido como buenísimos y originales. Nadie le ubicaba y de repente se sacó de la manga una serie como Mr. Robot, que jugaba con el descontento social para plantear un thriller conspiranoico manejando la tecnología y las grandes corporaciones de forma adictiva. Su primera temporada se convirtió en un éxito (Globo de Oro y Emmy al mejor actor incluido) e hizo que todos hablaran de Esmail.