El tejido cultural de la danza en España es irregular y variable. Mientras que ciudades como Barcelona, Madrid o Bilbao celebran este 29 de abril el Día Internacional de la Danza con espectáculos de todo tipo, reforzados por presupuestos públicos destinados al fomento y a la exhibición, en otras muchas ciudades españolas la danza sigue teniendo dificultades para encontrar su espacio en la programación cultural. Y cuando la encuentran, se enfrentan a la precariedad y el desconocimiento del público.