Eva Rausing fue encontrada muerta en su mansión londinense el 10 de julio de 2012. No era una víctima cualquiera: su marido, Hans Kristian Rausing, era el heredero de Tetra Pak, la empresa sueca creada por su abuelo Ruben Rausing en los cincuenta y que desde entonces ha servido al mundo los famosísimos Tetra Brik. Envasados de cartón que convirtieron a esta familia en una de las más ricas e influyentes de Gran Bretaña, donde llevaban décadas asentados.
Sin embargo, Eva no murió entre algodones. Cuando fue hallada en su casa de más de 70 millones de libras llevaba más de un mes muerta, estaba en una cama debajo de mantas y otros cachivaches, rodeada de porquería en una habitación cuyas paredes estaban pintarrajeadas con nombres de traficantes de droga.