David tiene siete años y una dolencia en el corazón que le obliga a vivir en entornos tranquilos y evitar sobresaltos. Su familia se ha mudado a un terreno alejado de casi todo, en Arkansas. Su padre, Jacob, está convencido de que harán fortuna si se esfuerzan en cultivar un huerto con verduras típicas coreanas, que podrían vender en restaurantes y tiendas especializadas. Su madre, Mónica, no ve con buenos ojos estar tan lejos de cualquier hospital y cree que el proyecto vital y económico en el que les ha embarcado su marido hace aguas por todas partes.