Podría parecer que el Gobierno alemán está tambaleándose después de que el Tribunal Constitucional declarara ilegales las maniobras presupuestarias del canciller Olaf Scholz. En el Gobierno alemán contaban con 60.000 millones de euros para la transformación climática que salían del fondo creado en su momento para luchar contra la Covid.
Tras esa decisión del Tribunal Constitucional, Scholz, su ministro de Economía, el ecologista Robert Habeck, y el titular de Hacienda, el liberal Christian Lindner, han echado un duro pulso para encontrar un nuevo compromiso y poder cerrar así las cuentas de los presupuestos para 2024.