Elon Musk es un patrón poco amigo de los sindicatos. Los empleados de Tesla han denunciado durante años coacciones y despidos para dificultar la acción sindical. Una política que la marca está intentando imponer en Suecia, pero donde le puede salir muy cara, con una reacción en cadena de trabajadores de todo el país para forzar al fabricante de coches eléctricos a firmar un convenio con sus 120 mecánicos.
El bloqueo es total. Los sindicatos de estibadores han declarado que no descargarán ni un Tesla más hasta que no se llegue a un acuerdo.