Entre playa y playa, música, bailes, amigos y mojitos, el ministro de Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, dio por rota la coalición con el Movimiento 5 Estrellas (M5S), exigió la dimisión del primer ministro Giuseppe Conte y pidió elecciones lo antes posible. El momento de esta maniobra política también estaba cuidadosamente escogido: las encuestas le dan una clara victoria sobre sus rivales. Conte anunció su dimisión el pasado 20 de agosto.
Pero la jugada no le ha salido como esperaba. Lejos de quedarse mirando, el M5S y el Partido Democrático (centro-izquierda) han acordado formar un nuevo gobierno con Conte de nuevo como primer ministro para evitar así unas elecciones anticipadas.
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