James Cameron, que dirigió la película Titanic y que ha hecho 33 inmersiones a los restos del naufragio, se encontraba en un barco el pasado domingo cuando el sumergible Titán desapareció y no se enteró de lo sucedido hasta el lunes. El director de cine ha contado a la BBC que sospechó de que había ocurrido un desastre en cuanto supo que el submarino había perdido tanto la navegación como la comunicación al mismo tiempo.
"Sentí en mis propias carnes lo que había pasado. Que el sistema electrónico, de comunicación y de seguimiento fallaran simultáneamente.