Algo se mueve en los cimientos del sólido estado del bienestar sueco. La fuerza que lo impulsa, hasta hacer zarandear a una de las economías más dinámicas y, a la vez, con uno de los mayores estándares de protección social del planeta, procede del ámbito financiero: la doble palanca que se ha instalado en las potencias industrializadas de subida de los precios y de los tipos de interés.
La revista Newsweek que edita Bloomberg advierte que este deterioro coyuntural ha provocado la parada del ascensor social sueco, uno de los mejor engrasados del planeta en su cometido de impulsar a sus ciudadanos con menores ingresos per cápita hacia las rentas medias.
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