La resistencia del pueblo de Ucrania ante la invasión rusa ha tenido repercusiones mucho más allá de las fronteras de ese país, y ha suscitado una reflexión urgente sobre la política energética o el autoritarismo y la historia de Europa. Para mí, también ha sido un curso intensivo de heroísmo, al ver cómo los ucranianos arriesgan su vida, y a veces la pierden, para defender su país, sus hogares, sus principios, sus derechos y su futuro.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha despertado mucha admiración por negarse a abandonar Kiev cuando el Ejército ruso avanzaba hacia la capital, pero los ciudadanos de a pie también han demostrado coraje, resistencia y compromiso.