Algo tiene Teresa que todos quieren que sea suya. Para algunos santa, para otros revolucionaria, la figura de la religiosa y escritora ha provocado una de las guerras culturales más sonadas de los últimos años. La derecha censuraba la versión de Paco Bezerra, que hace escasos días realizaba en Cádiz una lectura dramatizada de la obra que fue retirada de la programación y que mostraba a una santa que se drogaba. Teresa de Jesús ha sido una figura revisada y revisitada.