"Uno ha de ser consciente de lo que hace antes de empezar a desprenderse de la tradición, porque uno no puede llamarse ateo sin haber experimentado realmente algún tipo de religión". Es lo que decía Piet Mondrian en 1917, en conversación con el crítico musical Paul Sanders. Tales palabras también son aplicables a su arte. Su "religión", la tradición realista de los Países Bajos del siglo XVII, pasó al "ateísmo" del arte abstracto geométrico para remover los cimientos de lo que hasta entonces se entendía como cultura visual.
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